Aisha Ascóniga

(Lima, 1989)

Realizó la carrera de Artes Visuales en la Escuela Corriente Alterna y obtuvo un bachillerato en Arte en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, ambas en Lima.

Ha participado en numerosas ferias internacionales como Pinta-Miami, Singapore Contemporary Art Show-Singapore, Artbo-Bogotá, Tokio Art Fair-Tokio, Asia Contemporary Art Show-Tokio y Parc, Artlima.

Ha realizado ocho exposiciones individuales hasta el momento en Madrid, La Habana, México, Miami, Santiago de Chile y Perú. 

Cuenta con varias exposiciones colectivas en el Museo de Bellas Artes de Santiago de Chile, en el Museo Memorial de América Latina en Sao Paulo, en el Pabellón de las Artes en Puerto Madero de Buenos Aires, en el ICPNA de Lima, en la galería Elvira Moreno en Bogotá y en el templo Qorikancha en Cusco.

Sus obras forman parte de diferentes colecciones como la de Luciano Benetton, el Museo de Arte de San Marcos-Lima, la colección Eduardo Hochschild, y también en colecciones en Estados Unidos y Europa.

Ha realizado residencias artísticas en Arte Dos Gráfico (Galería Sextante) en Bogotá y en Mana Contemporary en Miami.

Sobre su obra

Desde la pintura, la escultura, la instalación, el grabado y el collage, busco y exploro mi yo interior a través de una crítica intensa y reflexiva que me ha llevado a investigar la fragilidad humana; donde, a través de estímulos externos de la sociedad en que vivimos, se evidencian ciertas conductas internas que generan desórdenes psicológicos, violencia e insatisfacción personal. Recientemente coloco en la palestra pública un tema de la Amazonía que gira alrededor de la minería ilegal, la trata de personas con fines sexuales y todo lo que ello conlleva; es decir, estamos presentes en aspectos que no solo dañan la integridad del ser sino también del medio ambiente. Ahora, sin pensarlo, coloco piedras para construir un nuevo camino en el que, sin dejar de explorar el cuerpo, genero toda una iconografía que contempla los diferentes mecanismos de control que hacen que el ser humano (mayormente la mujer, convertida en objeto sexual) pierda su identidad, deje de decidir por sí mismo e incluso sea controlado mentalmente.